En estas fechas nos estamos despidiendo del mango, y mientras esperamos a que los mangos que hemos preparado se terminen de deshidratar, disfrutamos de un par de libros para concienciar a nuestros peques sobre el medio ambiente.
La lectura forma parte de nuestra vida diaria. Aunque no me resulte tarea fácil llegar a ese libro ( o cuatro ) que lleva con el marca páginas incrustado en el mismo sitio desde ni se sabe cuándo, sí tengo la oportunidad de disfrutar de dos o tres al día con mis pequeños tropicultores. El contenido suele ser diverso. Predominan los cuentos, la magia, y la fantasía además de temas importantes para nosotros como familia, y uno de ellos es adivinablemente el medio ambiente.
Mamá quiero ir al parque zoologico
¿A qué niño no le gusta ir a un parque zoologico? Justo ayer, paseando por las acera estrechas de la urbe Motrileña, los niños vieron una publicidad de un parque zoológico, y como es natural “Mamá…¿Porqué no vamos?” Para mi sorpresa no tuve que explicar mucho;
¿Os acordáis del libro en el que rescatamos animales?
Siii
¿Del papá oso en la jaula del zoo lejos de su bosque y hogar?
Sii
¿Donde la pequeña orca está presa para entretener a los niños, y triste por estar lejos de su familia?
Sii
Un unánime “Me da pena que los animales estén así” salió de sus boquitas y el asunto estaba zanjado.Creedme si os digo que las negociaciones con los niños no suelen tomar ese rumbo habitualmente, ya me gustaría que los deseos de chuches y venenos varios fueran aplacados sin llantos con una simple alusión a nuestra salud, dientes y dolores de barriga. Así que, hoy comparto con vosotros dos libros con temática medioambiental, que por mi experiencia personal consiguieron que su mensaje sobre el medio ambiente calara en las mentes inquietas y tiernos corazones de los pequeños.
Rescate animal
El primero es Rescate animal, de Patrick George, y la editorial Juventud, un libro sencillo, gráfico sin palabras. En cada doble página hay que rescatar a un animal pasándolo a través de una lámina transparente de un destino cruel (circo, alfombra, sopa etc.) a su hábitat natural. Al no tener texto, abre el espacio para el debate con los pequeños, Expresan sus opiniones, y piensan sobre lo que ven. Este libro nos gusta por su forma interactiva y por el hecho, que aunque sea de forma gráfica y abstracta, tiene una llamada a la acción a no estar pasivamente mirando las injusticias cometidas.
Rescate animal Oso
Rescate animal Oso
Rescate animal bebé elefante
Rescate animal bebé elefante
Rescate animal alce
Rescate animal alce
En el bosque del perezoso.
El segundo libro se llama en el bosque del perezoso. Un precioso libro popup de Anouck boisrobert y Louis Rigaud, de la editorial HIPÒTESI en el que el bosque del perezoso va desapareciendo por la destrucción humana del entorno. La historia. Aunque muy sencilla y lineal crea tensión a través de la búsqueda del perezoso que parece ajeno al peligro que le acecha. Al final, desaparece todo, el bosque, el cauce del río, los animales y personas que habitaban la zona. Pero quedan un par de páginas cuya existencia nos encanta, porque igual que el libro anterior no nos deja con los brazos cruzados, nos invita a la acción:
“Llega un hombre, al igual que tú, añora el canto de los pájaros, el arrullo de los animales, el aire fresco que mecía las hojas de los árboles. Así que decide plantar un nuevo bosque . Trabaja duramente para curar la tierra herida. Trae semillas, y siembra. Pronto despuntan brotes. Mira ¿Lo ves?, el perezoso ha vuelto”
Si conoceís otros libros que también os encantaron para acercar a los niños a su responsabilidad medioambiental agradecería mucho que los compartierais con nosotros.
Donde comprar los libros
No esperéis un enlace de Amazon para perezosos, bajad al barrio charlad con el librero y encargadle los libros que queráis.
¡Adivina cuantos ingredientes necesitas para tres recetas de mango!
Tres recetas de mango
Antes de empezar por nuestras tres recetas de mango ecológico resumimos parte del verano y confesamos nuestras andadas digitales.
Aquí viene esa única entrada del año que se supone que marcaría una era de varias entradas registradas de forma regular y constante a lo largo de todo el año. Defectos de actualización electrónica admitidos, también vamos a fardar de un par de cambios en nuestra vida por si sirve de inspiración para alguno.
Mamá Tropicultora ha borrado su cuenta de Facebook ¡Sí señor! Sigo viva y coleando, duermo un poquito más cada noche y estoy pensando en tejer o aprender air yoga. Da igual lo que hagas, será mejor que pasar unos minutos/Horas con el dedo deslizando la pantalla compulsivamente entre noticias en las que te sabes mercancía y no cliente.
En la era de los selfies que nunca llegamos a practicar hemos dejado la cámara de lado para disfrutar de los momentos, de los que quizás nos acordemos mejor o peor sin su documentación gráfica pero por lo menos las viviremos en primer ojo sin lentes de por medio. Resultado: Saltos veraniegos en el agua que no hay que repetir ni parar para conseguir el ángulo perfecto.
Un intento veraniego que no nos salió como planeamos, era atiborrarnos a fruta y no cocinar nada todo el verano. Lo primero lo hicimos pero lo segundo se derrumbó desde el primer día cuando los atónitos pequeños tropicultores querían comida de verdad porque tenían hambre y los tres boles XXL con 30 Kg de fruta no les servían para tal propósito.
Y ahora casi al final de la temporada de nuestro mango ecológico toca compartir tres recetas de mango con yogur y miel.
Las tres recetas de mango comparten ingrdientes y son fresquitas para estas últimas semanas de calor que nos acompañan hacía el otoño.
Ingredientes:
Mango fresco, pelado deshuesado y cortado en dados
Yogur o kéfir yogur de coco para versión crudivegana.
Un poco de miel al gusto, o sirope de agave o sin nada para versión crudivegana.
Preparación
Yogur con mango:
En el bol, verter yogur luego los dados mango y endulzar con un chorrito de miel. ¡Tadá!
Mango lassi:
Adoramos la versión original del mango lassi pero hace mucho que no tenemos cardamomo y no encuentro uno que me convenza, con las vainas verdes y las semillas aromáticas. Así que nuestra última versión, bautizada como Laura Sunshine es un sencillo batido en el que mezclamos kéfir con mango y un poco de miel, agua y hielo. Si queremos efecto sunshine, un poco de cúrcuma le viene fenomenal.
Helado de mango:
congelamos el mango y el yogur, mejor en tuppers reutilizables no muy altos para que se puedan cortar. Una vez congelados vertemos en batidora vertical potente, endulzamos con un poco de miel y batimos hasta tener la consistencia deseada. A nosotros nos gusta así, con textura de helado blandito. Si os gusta más firme, lo podéis dejar en el congelador media horita y luego sacar con una cuchara heladera. el helado de mango y de otras frutas se merece una entrada aparte. Uno de nuestros desayunos estrella durante el verano ha sido el helado casero.
Todos nuestros productos están cultivados respetando la tierra y el medio ambiente, certificados por CAAE