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Una compra sostenible“, es un combinación superflua de palabras que suena a arameo para la mayoría de la gente. Este tema no sé por donde cogerlo. Quizás empezando por el mundo en el que vivimos. Un mundo donde eludir el empaquetado plástico de los alimentos no nos resulta tan fácil, y donde tenemos que hacer un esfuerzo extra para reducir nuestro consumo de dicho material. El plástico será nuestro legado en la historia del planeta. Una capa gruesa de basura es lo que se va a quedar de esta civilización nuestra cuando ya nos hayamos extinguido como especie por nuestra brutal ignorancia. Porque no me canso de repetir, que el universo y la tierra seguirán, los que corren peligro somos los inteligentísimos humanos que actualmente habitamos en ella, no solamente porque no paramos de consumir, sino también porque lo tenemos que hacer a lo grande, multiplicando la devastación por cien.

No hace falta “googlear” mucho para encontrarnos con imágenes abrumadoras como esta para enseñarnos lo que ya sabemos, que estamos inundando el planeta con plástico.

compra sostenible sin plástico es posible.

50% envase 50% producto. ¿Una compra sostenible?

Lo que motivó esta entrada fue encontrarme con una imagen de una cadena canadiense @sobeys que comercializa aguacate partido por la mitad con un envoltorio plástico. La imagen fue acompañada por numerosas críticas por parte del público. y una de las respuestas patéticas de la cadena fue que esta solución iba dirigida a gente con dificultad en movilidad para partir el aguacate y que no está familiarizada con el fruto. A veces una retirada digna en silencio vale oro! Discúlpate, retira el producto y comprométete a reducir empaquetado innecesario. Hasta como estrategia de marketing con fines puramente comerciales sería una puntazo ara una cadena de supermercados. Además, se me acaba de ocurrir la absurda idea de que la fruta ya tiene una piel que la protege, e Internet está plagado de vídeos sobre los aguacates y su punto de maduración, pero nada, por cada gramo de fruta dos de plástico.

plástico en comida
lo siguiente son cucharitas de plástico con un bocado de comida envueltos en plástico.
fruta en plastico
No vaya a ser que compres la mandarina entera y no sepas que hacer con su piel biodegradable!!

 

¿Dónde hacer tu compra sostenible con menos plástico?

Una de las razones por las que odio comprar la fruta en un supermercado, (de hecho no me acuerdo cuando fue la última vez que lo hice) además de la calidad de la fruta, es todo el envasado que la acompaña.  Los puerros en bandejas de poliespan, las espinacas en bolsitas de plástico, y así todos los géneros, plastificados, encerados gasificados para que duren como un cartoncito, el verano entero en tu nevera.

Entiendo que haya muchas familias que por cuestión de tiempo no les queda otra. Me bajo el sombrero y reconozco que poder elegir donde comprar es un lujo que hay que agradecer. Al mismo tiempo animo a conocer otras alternativas como los grupos de consumo cercanos, o páginas que venden cestas de fruta ecológico de cercanía y de temporada. quizás las primeras veces suponga un esfuerzo tremendo pero una vez rodando no hay quién pare la inercia.

Los mercados y los pequeños comerciantes también podrían repensar su forma de trabajar para hacerse más disponibles y hacerle frente a las grandes superficies.

No gracias, no necesito bolsa.

Como un tic en mi boca cuando voy a comprar está la frase (NO GRACIAS, NO necesito bolsa). Bolsitas diminutas de farmacia que lo único para lo que sirven es rozar el otro envoltorio del medicamento hasta su llegada a casa, y luego flashshsh a la basura. ¿Una compra sostenible?

Cinco pasos para una compra sostenible con menos plástico.

Para traducir ” Una compra sostenible” al castellano, comparto algo de información práctica de nuestra compra.

  • Intento ir a todas partes con una bolsa duradera de tela, que espero pronto poder cambiar por una chulísima cesta de hojas de palmera, de paja, de yute o de mimbre. Una compra sostenible y muy fashion también.
  • A granel donde pueda. Y aún así me siento culpable cuando esos dos kilos de avena me vienen en bolsitas de plástico que duran el trayecto, y luego otra vez zasss a la basura. Me acuerdo que mis padres compraban la harina y el arroz en sacos de yute de 20 Kg. Suena a apología del pasado. No lo es. porque si eres conocedor de las artes de conservación de los alimentos, ahorras en plástico y en monedas.
  • No gracias no necesito una bolsa, si realmente no la necesito, ese triple envoltorio de la charcutería también está incluido.
  • Minimizar compra en supermercados y enfocarlas en fruterías y pequeños negocios locales.
  • lo que nos podemos permitir por tiempo, lo hacemos en casa. Hace años que no entra un yogur por la puerta. smoothies y batidos caseros también, hasta el pan, las tartas y los bizcochos. La primera vez cuesta, pero una vez le pillamos el truco, va como la seda y forma parte de nuestra vida diaria.
  • Realmente necesitas comprar garrafas de agua y de cocacola? Estos tampoco pasan por la puerta. Como extra ganamos en salud también.

Ejemplos a seguir

En Tropicultura tenemos una clienta que tiene la siguiente firma en su email:

” El agua envasada provoca toneladas de residuos y un gasto innecesario de recursos. Pide agua del grifo

De aquí sacamos dos sugerencias:

  • Incluir una firma con mensaje que pueda hacer de este mundo un lugar mejor.
  • Pedir agua del grifo

el-plastico-mata Para más información, sobre el efecto del plástico en nuestra salud y la del planeta, son propuestas de soluciones.

Categoría: Agricultura ecológica

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