Somos confiesos chocolatólicos. Y por suerte la mayoría de las recetas dulces que caen en el espectro más sano del mundo los golosos llevan chocolate. La Crema de chocolate con aguacate no es una excepción.
Mi primer intento con una crema de chocolate a base de aguacate, fue combinando nuestro aguacate hass con miel y cacao. Pero la textura demasiado suave, y el fuerte sabor a miel, hizo que el destino de la mezcla resultante se diluyera en algún batido que nos zampamos con alegría en un desayuno veraniego.
La receta definitiva de Crema de chocolate con aguacate
Aunque definivo na haya nada en este mundo, y menos en nuestra loca morada. Cambiar la miel por dátiles ha sido la clave. Tanto para mejorar la estructura de la crema de chocolate con aguacate como suavizar su sabor. Variantes admite muchos; vainilla, sal, picante, licores, canela etc.
Usos de la crema de chocolate con aguacate:
Dip con diferentes frutas frescas
Encima de una tostada o tortita de maíz/arroz para desayunar.
Una cucharilla para matar el gusanillo. ¡Es consistente y alimenta!
Cobertura de tartas, tartas crudas y cupcakes. Las tradicionales suelen ser mitad azúcar mitad mantequilla. ¡Quién no cambiaría eso por una delicia a base de aguacate y dátiles!!
Prometo que la siguiente receta va a llevar algún aguacate, mango o chirimoya entre los ingredientes, pero mientras tanto vamos a disfrutar de unas deliciosas barritas de coco con chocolate negro sin remordimientos. O lo que en casa cariñosamente se pasó a denominar como CocoChoc
En casa intentamos minimizar el uso de azúcar en nuestra recetas y dulces. Aunque tengo que confesar que carecemos de la fuerza de voluntad necesaria para repudiar las galletas los bizcochos y flanes de nuestros fogones y mesas de forma radical. Lo que solemos hacer es probar las recetas originales reduciendo la cantidad de azúcar y muchas veces llegamos a la mitad de las cantidades propuestas por la receta.
A propósito de la foto, una vez leí que cualquier cosa vendida por el personaje favorito de tus niños probablemente no sea el alimento más adecuado para ellos. ¡Así que vamos a cambiar esta máxima Rubble!
Recetas sin azúcar o con menos azúcar, como lo hacemos en tropicultura
Los postres por norma general son fruta de temporada, y las galletas, bizcochos panes de leche y tartas son para ocasiones especiales y cuando ya no podemos con el mono.
Siempre que probamos una receta nueva de dulces, si lleva azúcar reducimos esta cantidad a 3/4 partes de la cantidad original.
Si la primera prueba sale bien y vemos que hay margen para más reducción, bajamos a la mitad.
A partir de la mitad de la cantidad reducida, si quitamos más azúcar intentamos compensarlo con frutos secos dulces como pasas, dátiles orejones o plátanos. Azúcar sí pero más natural y no fuera de su contexto. Creemos que educando al paladar llegamos apreciar el dulzor de nuestras recetas sin que éstas gocen de un porcentaje desorbitado de azúcar.
Ejemplo: Cuando nos preparamos un batido de leche y plátanos con algo de cacao deshidratado no añadimos nada de azúcar, y los niños se lo zampan con mucho gusto. Tengo que incluir un entre paréntesis porque el más pequeño tropicultor, que todavía no llega a los tres años está hecho un crítico culinario que solamente ingiere alimentos en su punto perfecto de todo, textura, temperatura, dulzor, ya me estoy quedando medio calva con tanto nivel crítico!
En las recetas nuevas que vamos buscando y probando, intentamos elegir las que no tienen demasiada azúcar. Hay que tener en cuenta que las galletas normales o los cereales de desayuno que se venden en los supermercados suelen tener como mínimo 29% de azúcar. Así que ese es nuestro tope en los casos super excepcionales de postres refinados. Adiós merengues caseros de mi infancia azucarada!
Si miramos los pesos de los ingredentes de esta receta de barritas de coco con chocolate, nos puede parecer que la cantidad de miel es excesiva. Pero teniendo en cuenta el volumen del coco rallado, la cantidad en tazas es de 2 tazas, mientras la miel es de 3 cucharadas para toda la receta.
Especialmente en las webs Yanquis hay muchísimas recetas que utilizan edulcorantes de forma intensiva, osa que en nuestra cocina intentamos evitar. Sorry, puede sonar a edulco-fobia, pero hasta ahora todos los edulcorantes que se hayan inventado y utilizado de forma masiva, después de décadas han sido declarados nocivos para la salud. Acúsenme de antiguaya pero no me fío y refiero reducir el dulzor a sustiturlo por medio Kg de Swerve. Soy experta en los caminos intermedios, reduzco cantidad, y parte de lo que queda lo puedo sustituir por una pizca de stevia. creo que da para una entrada estudiada y completa, me lo apunto en la agenda.
El camino de búsuqeda de caprichos dulces y sanos es un paseo por un campo de minas azucaradas. Personalmente sigo muchos blogs de recetas crudiveganas, veganas, vegetarianas y paleo. Aunque parezcan y son de extremos opuestos, eligiendo bien su contenido son una fuente de inspiración fantástica, principalmente por su rechazo a los ingredientes procesados resultando en amplio abanico de recetas sanas. Obviando poquísimas de un paleo "bacon con bacon a la plancha" o un vegetariano "azúcar con harina refinada" al horno. Dicho esto/escrito esto, me topo con recetas que con su etiqueta "sin azúcar" gozan de una generosa cuantía de sirope de arce, de agave, miel o azúcar de coco. A pesar de ser naturales, estos ingrediente siguen estando cargados de una cantidad impresionante de azúcares de diferentes composiciones. Otra entrada detallada a cociencia apuntada en la agenda. En resúmen, El objetvo no es reemplazar medio Kg de azúcar con medio Kg de miel sino reducir ese dulzor y su carga en nuestro cuerpo y el paladar.
¡¡¡Ohú que rollo!!! y todo para poner una receta de barritas barritas de coco con chocolate!
La receta de barritas de coco con chocolate / Cocochoc
Siguiendo las directrices de nuestra filosofía reductora de azúcar encontré esta receta super fácil de barritas de coco que compartió el blog paleogrubs en su página facebook.
Tengo pendiente intentar modificarla batiendo el coco rallado para que suelte parte de su aceite, suavice su textura y quede más jugoso sin que llegue a convertirse en manteca de coco.
Los ingredientes de esta receta son la mar de sencillos. Quizás el más exótico sea el aceite de coco, principalmente por su precio. Ahora sustituirlo puede que no sea tan fácil, ya que lo más cercano a sus características culinarias sin el aroma es la mantequilla. El aceite de coco, tiene la peculiaridad de estar liquido a temperatura ambiente veraniega, y sólido en la nevera. Por esa razón, junto a muchos frutos secos, es uno de los principales ingredientes en las recetas crudiveganas.
La receta original de la barritas de coco con chocolate pedía media cucharita de aceite de coco para la cobertura de chocolate, pero creo que tampoco es necesario, ya que el chocolate se derrite perfectamente y se vuelve a solidificar en la nevera.
las propias barritas, o su relleno se hace mezclándo el coco rallado con aceite de coco y miel para versión vegetariana. O sirope de arce o agave para la versión vegana y crudivegana.
Esta mezcla se distribuye en una fuente cuadrada al grosor que más nos guste, yo conservé 0,5 cm de grosor y nos gustó. La aplastamos bien para que esté densa y conserve su forma para el paso posterior.
Dejamos la bandeja en el congelador entre 10 min y media hora. si se nos olvida y se queda toda la noche tampoco pasa nada, hay que tener cuidad de taparla con film transparente o una opción más ecológica, plancha de silicona. Yo de hecho la guardo entre dos planchas de silicona, así no tenemos una pelea mortal para sacarla a posteriori de la bandeja.
Transcurrido ese tiempo, la sacamos del congelador cortamos en dados, o en cuadraditos para unos pequeños bocaditos. Aquí podemos hacer una parada. Aunque no haya ninguna evidencia científica que conecte el chocolate con los granos, a mí me salen cada vez que mis labios tocan mi adorado néctar azteca de los dioses. Y aunque más que a menudo hago el pacto de aceptar las consecuencias, y elijo el deleite inmediato de los sentidos frente a un cutis sin torturas. En muchas ocasiones voy en búsqueda de caprichos sin chocolate. Así que aparté unas barritas y las guardé en la nevera para unos bocaditos de coco.
Para el resto de las barritas de coco recién sacadas del congelador, se derrite el chocolate negro al baño maría o a fuego muy bajo. Yo lo suelo derretir al nivel más bajo en la vitrocerámica y funciona perfectamente. Eso si utilizo un recipiente de fondo grueso para repartir el calor de forma homogénea.
Cuando se haya derretido el chocolate, bañamos en el las barritas de coco y las volvemos colocar encima de la bandeja o plancha de silicona y las guardamos de nuevo en la nevera o en el congelador para que estén listas en un cuarto de hora.
He probado las dos versiones, con chocolate y sin el, y definitivamente gana la versión chocolatera. El sabor del cacao contrasta con el del coco y le da mucha más fuerza a este bocado.
estas barritas son bastante energéticas pero también son muy saciantes, así que nadie se las estará comiendo en docenas, excepto si es para un desayuno muy nutritivo.
Para que mantengan su forma hay que mantener las barritas en la nevera y sacarlas inmediatamente antes de se degustación.
Planes para el futuro próximo:
Transformar la receta de barritas de coco con chocolate en una versión sana de After Eight. El primer paso era probar transformar el coco rallado en un aceite/manteca de coco. y hace un par de días depués de estar 20 minutos peleando con la Thermomix lo he conseguido, ahora queda experimentar con esencia de menta congelador y chocolate.
Tipo de receta:
Barritas de coco con chocolate es una receta crudivegana, vegana, vegetariana, paleo y sin gluten.
Si eres puritano, y rechazas rotundamente llamar gazpacho a lo que se salga del guión de sus ingredientes de toda la vida, entonces en lugar de " Receta de Gazpacho Andaluz " puedes llamar nuestro invento Sopa fría de tomate y aguacate ecológico, y ya puestos, en nuestra segunda variación sería Gazpacho tropical con remolacha, o sopa fría de tomate aguacate y remolacha. Quiero que el buen rollo siga, y que podamos compartir un par de sorbos de salud color naranja o carmesí.
Durante el verano, el gazpacho es el dios de la nevera, siempre hay un par de botellas de este manjar para refrescarnos con un chute de vitaminas a todas horas, papá Tropicultor se zampa media botella antes de salir al campo y a medio día suele ser el calmante de los pequeños tropicultores que se lo beben del vaso, con cuchara o con pajita según la inspiración del momento.
¿Y porqué cambiamos la Receta de Gazpacho Andaluz ?
Si, está muy bueno. A nosotros también nos encanta. Pero no siempre pan del día anterior, o pepino en la nevera. Porque de vez en cuándo me encuentro con una pieza de hortaliza que no llega para construir un imperio, y en algún sitio hay que colarla. Eso nos pasa con los aguacates, la remolacha y el pimiento rojo. Todavía no le ha llegado el turno a las setas aunque la tentación está allí. A ver qué hacemos cuando llegue el otoño.
Esta vez me quedaba una remolacha solitaria, y un cubo de Aguacates Hass que papá tropicultor se encontró mientras polinizaba los chirimoyos ( la labor dominante del verano). Pepino no había así que lo tachamos de la receta. y el pan se estaba haciendo así que tampoco echamos. De todos modos, cuando utilizamos aguacate en sopas frías, espesa bastante y aporta su grada emulsionada para una textura cremosa.
Así que dos recetas en una, y os invito a experimentar, nunca se sabe donde nos podemos encontrar con un nuevo clásico de la cocina.